NOTA IMPORTANTE: Uff...que decir? Nada, simplemente el que desde ahora y en adelante veràn actualizar los caps del Fic Rosa Purpura aquì, principalmente. Vaya, creo que no he tenido la inspiraciòn suficiente para dar lo mejor al fic (al menos en estos ultimos episodios) y creo que lo mejor es que lo haga probando aquì. Espero su infinita comprensiòn al respecto, y bueno, cuando el fic estè del todo (TODO) Terminado, nos veremos en las pàginas afiliadas. Que tal?? Muchas gracias a todos por leer.
Aclaraciòn: Respecto al final, principalmente la parte en donde Dolohov "recuerda" a Hermione lo que pasò es que no, no es perdida de memoria, a pesar de lo que parezca, simplemente es que Hermione no "Recuerda" aquellos momentos de fugaz mirada y cosas (detalles, por demàs) que viviò con Dolohov, hasta que èl lo menciona. En ninguna parte se me ocurriò poner algo como pèrdida de memoria o algo asì. Claro?? Bien, Muchas gracias!
Atte;
Rose
N/A: Antes que nada, dedicado especialmente a todos los que siguen fervientemente este fic, los que se a
I.
Es una niña sin experiencia.
Y la tiene en su poder.
Nunca ha necesitado una varita para poder sentir el poder corriendo por sus venas. Lento, delicado, único y tornándose peligrosamente brutal en sus manos.
Ha vuelto. Sabía que volvería desde el primer momento en que la tuvo ahí y le puso los ojos encima. Desde el primer momento en que pudo ver aquella chispa, dentro, flotando casi invisible pero existente entre las sombras perdiéndose entre sus ojos castaños. Y está ahí, plenamente ahí.
Dolohov se sienta con comodidad en la silla, como una graciosa parodia de interrogatorio policial, ya, tan conocido en el mundo muggle. Lo sabe. Quizá porque nunca ha sentido aquel asco por los muggles que le hace sentirse cómodo sabiendo más de ellos, rompiendo nuevamente un tabú y adoptándolo a su modo.
Tirita de frío a pesar de la gruesa capa que lleva encima y la observa disimular también la incomodidad. El rostro contraerse ante el solo pensamiento de estar ahí y haber obedecido al fin uno de sus impulsos, por una vez, sin el pensamiento racional de su lado. La observa, y observa sus ojos hasta la ligera turbación del rostro al posarse sobre el plato abandonado de comida podrida colocado al pie de la celda, en la celdilla que acoge un pesado platillo metálico. La ve recorrer el simétrico camino del moho y del color verduzco que la carne ha comenzado a tomar, todo mezclado con un potaje acuoso e inestable de desagradable color marrón.
- No tengo el más mínimo de hambre- comenta antes de que ella salga de su turbación e intente colocar aquella máscara de indiferencia tan característico en los aurors. Le da ganas de aplaudir, entonces, de aplaudir y reir finalmente para su diversión. Una cría joven comportándose ya como un aburrido auror? Le hace gracia, a pesar de que sabe que a ella le parece curioso, al mirarlo reir. O quizá, se le ocurre haciéndole más gracia, se esté preguntando lo que hace reir a la mente de un asesino múltiple. Si, se confirma, seguramente.
- Bien- dice ella casi temblándole la voz, que se controla finalmente tomando un tono frío y calculador- Interrogatorio número uno del quince de....
- No admití ningún interrogatorio ni grabación alguna- dice finalmente y ella se fija en los ojos negros clavados en la grabadora muggle que tiene entre las manos y en las hojas de papel impreso que tiene entre sus rodillas.
- Admitió un interrogatorio en una sesión anterior en la que...
- Admití un intercambio de información personal- dice él revolviéndose en la silla y mirándola fijamente.- solamente tú y yo.
Hermione parece sopesar las opciones un segundo y al final parece darse por vencida colocando la grabadora y los papeles en el suelo.
- Esta bien- dice con resignación para su deleite y suspira antes de comprobar, con un movimiento casi invisible, pero que ha notado perfectamente, que la varita sigue oculta debajo de la túnica en su muslo izquierdo.- Bueno, y su nombre es...
- Tampoco admití la formalidad de esto- respondió pero asiente antes de continuar- pero si así lo prefieres...Antonin Dolohov.
- Esta bien, su familia es de los Dolohov de....
- ¿Y tu nombre?- pregunta él repentinamente y ella para en seco . – Una conversación amerita presentaciones, al menos.
Hermione parece dudar de continuar todo aquello, pero al final, como le ha dicho Ojoloco, decide continuar con todo ello.
- Mi nombre es Hermione responde ella fríamente antes de continuar- bueno, usted viene de la familia de los Dolohov, Sangres Pura resididos en...
- ¿Hermione nada más? – pregunta él- Creí que había escuchado otra cosa...quizá...Hermione Jane?
Suspira.
- Hermione Jane- responde ella y a continuación hace una pausa antes de continuar- Granger.
- Sangre Sucia.- dice él como para sí mismo obligándola a levantar la vista hacia él- lo siento, es una costumbre de Familia- responde levantando las cejas con un amago frío de sonrisa.
Continúa.
- Esta bien, es de una familia de Sangres Pura ,según sus registros genealógicos desde hace cinco generaciones y...
- ¿Vas a seguir con este jodido interrogatorio, nada más?- pregunta él haciendo que pare repentinamente. – ya lo dije. No quiero interrogatorios y, tampoco interrogatorios del Ministerio memorizados y recitados frente a mí.
- Bien, entonces, de que quiere hablar?- pregunta ella sintiendo que la molestia comienza a invadirla- ¿De familia? ¿De amigos? ¿De Amor? ¿De Sangre? ¿De sexo?
Sonrie.
- Así lo prefiero- dijo.- Eres astuta, Granger, ya lo decía.- dice él apoyando la espalda en el respaldo de la silla- seguramente sabrás entretenerme con alguno de esos temas. Te doy a elegir. ¿De qué quieres que hablemos?
- Hábleme de sus amigos..- responde inmediatamente ella- ¿Tiene algunos?
- Y con eso vamos a llegar a hablar de quienes se relacionan conmigo y de quienes posiblemente son mortifagos, ¿Cierto? – pregunta - ¿Crees que soy estúpido?
Hermione calla. No sabe, por un momento qué decir.
- Bien preciosa, entonces yo escojo el tema...a ver...¿Qué es lo que hay entre W easley y tú?
La pregunta parece desarmarla, antes de responder con la misma voz fría, pero evidentemente debilitada.
- No hay nada- responde y baja la voz antes de completar – ya no.
Dolohov sonrie inclinando la cabeza de lado, por un momento mientras la mira fijamente y Hermione se da cuenta de lo que trata de hacer, para poder impedirlo, inmediatamente colocando una barrera mental antes de que lo logre. Dolohov sonrie antes de desviar, divertido, la vista.
- Sabía que eras inteligente, al menos para algunas cosas- responde- en realidad....lo intuí.
- ¿Qué es lo que se propone?- pregunta ella repentinamente- ¿Quiere saber algo de nosotros?
- No lo arruines, pequeña- responde él- además todavía no he terminado. Ya que no puedo penetrar tu mente, como hubiera deseado, pero no preferido- dice – dime...¿Que tan bueno era el pelirrojo en la cama?
Se queda muda.
Dolohov lanza una carcajada que resuena imperiosa sobre el silencio que ha rodeado todo durante todo aquel tiempo. El frío parece haberse hecho más gélido por un momento antes de que la calidez parezca aumentar repentinamente. Hermione se revuelve dentro de la capa que acomoda sobre sus hombros.
- Fue una broma- dice él como explicando lo que ha tratado de hcer, pero repentinamente sus ojos se posan sobre ella, intensos, y no, como en momentos hace, sino como si quisiera transmitirle algo con ellos. Oscuros, delirantes.- pero vaya que salió una broma útil. Por la forma en que me miraste...vaya, todavía no creo que sigas siendo...- pronuncia la palabra con deleite sin dejar de mirarla, en un susurro suave y tenebroso a la vez.- virgen.
Se levanta bruscamente, sin tratar de decir nada más y tratando de borrar los ojos y la chispa intimidante que ha visto en ellos. Sin importarle la seguridad, ni los hechizos, ni nada más que retirarse de ahí y borrar el recuerdo de aquella entrevista, que, lo sabe, va a tener que repetirse tarde o temprano.
******************
II.
- ¿Razones?
La conversación ha pintado de otro tono desde que comenzó, se dice mentalmente mientras la tiene enfrente, sin mover un ápice su posición y mirándolo fijamente, tan diferente al aire que tuvo en la primera oportunidad que quizá, se dice, solo quizá, lo prefiera.
Y todo ha ido por buen rumbo sin que tuviera que comenzarlo él en la primera vez. Confirma su inexperiencia, en campos, su virginidad en muchos de ellos y se dice que quizá sea divertido el conducirla. Por primera vez, quizá sea divertido el hacerlo.
La sangre.
Se toma un segundo para pensarlo mientras se levanta de la silla vieja y la mira de reojo para poder encerrarse en sus pensamientos antes de continuar. Para recordar.
Se pregunta lo que le dirá. Quizá la verdad o quizá....no. Sería más divertido el hacerlo.Prueba en la ruleta rusa del azar antes de decir algo.
Y manejarlo todo.
- No puedo decir nada sincero a favor de mis padres- responde él- ¿qué decir además de que me dieron la educación que era apropiada para mi linaje?
- Entonces, ¿Los odia?- pregunta ella casi demostrando un interés sincero que le anima a responder.
- ¿Odiar? ¿No es lo contrario del amor, aquello?- pregunta alzando el mentón y rascándoselo con distracción- quizá sería más apropiado decir que no siento nada por ellos. Como cualquier sangre Pura. Nos educan para algo que va más allá del sentir, Granger, responde.- Y ahora voy yo. ¿Qué es lo que piensas de la sangre?
- No pienso absolutamente nada porque no existe- responde ella- científicamente se ha comprobado que los magos y brujas no podrían haber llegado a la época si....
- Científicamente- interrumpe él y nota cierto tono extraño en su voz- Este no es Hogwarts, Granger- dice- responde. ¿Qué es lo que piensas de la sangre?
Silencio.
- No significa mucho para mí- responde y Dolohov le mira con interés.- no nada más de lo que significa para todos los que no creemos en aquellas cosas de la pureza de la sangre.
- Mentira. – dice él sorprendiéndola.- ¿Sabes lo que yo creo? Creo que la sangre está tan o mas presente en ti que en todos los sangres pura que hay. ¿Y por qué? Simplemente porque eres algo diferente a lo que un meztizo es, precisamente por eso.
Se acerca a los barrotes, caminando hacia ella, pero no retrocede a pesar de sentir los deseos de hacerlo, de escapar, de irse. No lo hace.
- Simplemente por eso. –dice él- Y por eso luchas, porque eres una sangre Sucia.
Retrocede nuevamente volviendo a la postura de segundos antes. Respira ondo antes de hablar.
- Amamos. – responde ella autoritaria- Tenemos algo por qué luchar.- se defiende ella y le ve desviar la vista volteando los ojos al techo.
- Vaya ego de Dumbledore –comenta- ¿Y piensan que solo ustedes tienen razones por las cuales estar en esta guerra? ¿Quieres que te diga algo? Hay muchas más razones para luchar que solo el patético amor.
- ¿Y cuales?- pregunta agresivamente ella- ¿Quiere decírmelo? ¿Matanza? ¿Sangre? ¿Asesinatos?
- Lo que tú quieres, que es lo más importante- responde él inmeditamente- tus gustos, tu vida. Eso es lo que importa. ¿A que nunca has probado hacer lo que quieres? ¿A no obedecer algo mas que lo que dice Dumbledore en uno de sus discursos?
- ¿Y no hacen eso con Voldemort?- contraataca ella.- ¿No solo cumplen órdenes?
- Hacemos lo que nos place- responde él- y si eso incluye eliminar ciertas alimañas y obstáculos molestos por ahí...en realidad no nos importa.
- ¿Y la sangre? – pregunta ella- ¿No es la meta que quieren seguir? ¿La que usted quiere seguir?
- En realidad la sangre no me importa- respondió él colocándose cómodamente en la silla vieja enfrente de ella- ¿Qué es lo que debería importarme de ella? ¿Lo pura que se siente entre mis manos? ¿Lo caliente que se siente la de un muggle a comparación de un pura sangre? Y no- respondió a una pregunta mental que estaba a punto de formular- no es por un tonto ideal heredado de mis padres.
- ¿Entonces, porque se dedica a ...ello?- preguntó evadiendo la última palabra tratando de concentrarse.
Dolohov sonríe por su insistencia. Siempre le ha parecido molesto, quizá irritante, aquel afán de algunos sabelotodo para poder encontrar la verdad, el fondo de todo. La mira. Quizá es porque ha comenzado a odiarla, como una alimaña dando vueltas alrededor suyo, que le responderá para que se aleje, al fin. O quizá...solo quizá porque quiera ver el placer reflejado en sus ojos al complacerla.
Y se acerca lentamente a los barrotes antes de responder.
- Solo por placer.
*******************
III.
- ¿Qué es lo que haces, Granger?- pregunta él tomando una pierna de pollo del plato y jugando con él. Come. Y Hermione solo sabe que le incomoda, no le molesta, porque ya, sin poder evitarlo, ha comenzado a sentir cierta preocupación por el color pálido que su rostro presentaba, por la debilidad, que parecía embargarlo más cada día y por la salud. A pesar de ser un asesino, se dice. Se sienta ceremoniosamente sosteniendo con fuerza los pergaminos de interrogatorio entre los brazos a pesar de saber que no los va a necesitar. Quizá sea pura formalidad, quizá una forma de protección, quizá, costumbre. No lo sabe.
Y se sienta.
- Trabajo en la sección de Leyes mágicas del Ministerio de Magia- responde ella calculando sus palabras para saber si está en lo correcto en decir o no.
- ¿Es todo?- pregunta él luego de que ha dejado caer en el plato el hueso del pollo. Se limpia elegantemente la boca con la servilleta sin quitarle la vista de encima y el rostro sorprendido hacia ella- ¿Nada más?
- Es todo-responde ella bajando la vista algo turbada por sentir la vergüenza, por primera vez al revelar su puesto- ¿Qué más esperaba?
Le mira antes de contestar.
- Quizá que hayas hecho algo útil de tu vida y darle utilidad a tu inteligencia- responde él sencillamente- y por lo que sé, también el matrimonio se ha considerado digno para alcanzar eso, ¿No?
- El matrimonio es algo hermoso- responde ella a pesar de sentir cierto pesar dentro de ella revisando sus recuerdos, pero tratando de concentrarse en buenos ejemplos como Remus y Tonks o Marlene y Sirius- y es la cúspide de la felicidad.
- Es la cúspide de la felicidad, sin duda- replica él bufando enseguida- ¿Y luego? ¿Criar hijos y seguir con su educación hasta envejecer y morir? ¿Esa es la meta final? Acláramelo.
Hermione aprieta los dientes.
- No espero que alguien como usted lo entienda- responde ella-así que viendo todo...no veo el caso de contestarlo.
Dolohov sonrie.
- El sarcasmo después del análisis- dice inmediatamente- ¿No es delicioso sentir, entonces el poder, personalmente?
Hermione contiene el aliento.
- Si, poder simplemente- dice él- lo sientes ahora, verdad? Cuando piensas, y lo utilizas, cuando puedes sentirlo alrededor y rodearte para tus propósitos.
- Poder.- dice ella- claro, poder...quizá el mismo poder que ustedes sienten al matar?
- Exactamente- responde él pareciendo complacido a pesar de su tono frío y casi de burla- el mismo poder recorriendo nuestros cuerpos cuando utilizamos lo que queremos para lograr nuestros propósitos. Por cada uno de nosotros.
- ¿Qué significan, entonces las máscaras?- pregunta interrumpiendo sus pensamientos- ¿Ocultando su propia identidad para sentir el poder?
- Llevar una máscara nos había dado tiempo- admitió sencillamente- ¿Qué más nos daba el esperar un año, dos o tres más para poder hacer lo que queríamos sin que tuviéramos que abandonar una vida de comodidad sin que nadie nos molestara? Va en la sangre, nuestra sangre.- recalcó.
- Y sin embargo- contraatacó ella- dice que no le importa la sangre. ´¿O es que debería decir que les importa cuando les es conveniente?
- Tu hermosa boquita no sabe cuándo callarse, ¿Verdad?- preguntó con un ligero tono de fastidio.
- Si decir la verdad y que a usted le moleste lo es, entonces es cierto.- respondió.- y a decir verdad con usted pasa lo mismo.
Le clavó la mirada intensamente.
- Serías un lindo trofeo, allá en las hojas de mi expediente en el Ministerio- comentó él.- ¿Cómo era? Ah, si...Hermione Jane Granger, veintiún años...¿O quizá veintidós?- la miró.
- No es más que un cobarde- dijo ella- un cobarde que no tiene el valor de utilizar su propio nombre para matar de frente.
- Lo mismo dijo tu padre- dijo él- pero dijo algo como “La cobardía se oculta detrás de una máscara de plata”.
Recibió un shock cuando escuchó la frase que su padre siempre había repetido desde el día en que le había contado de las personas a las cuales combatía.
- ¡Cobarde! .- gritó- ¡Lo mató...lo mató cuando....
- ¿Cuándo no tenía que hacerlo?- completó interrumpiendo su frase- O quizá deberías decir...”lo mató solamente por sentir placer”. Suena mejor ¿No crees?
La furia y el llanto le impidieron continuar ahí, soportando el frío intenso y el olor putrefacto de carne podrida en un rincón. Salió casi a tropezones y corriendo apenas tomando su capa oscura entre las manos.
- Te espero en la próxima sesión, sangre sucia.- escuchó la frase antes de que saliera de ahí tiritando de frío.
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IV.
Furia.
Quizás no la había visto totalmente, pensó, pero aquella parte, aquella reacción...había sido interesante.
Entró en el salón cargada de tensión. La observó un segundo y pudo notarlo. La naturaleza muggle...¿Quien no podría?
Colocó los papeles torpemente antes de derramar la taza de café colocada un par de días antes por Lupin, que había entrado violentamente a interrogarlo. Había sentido la varita clavarse hasta dejar una marca profunda en su cuello antes de que Black entrara y lo sacara casi arrastrándolo junto con Potter. Supo entonces, que todo estaba saliendo a la perfección.
La vió tomar aire, como siempre hacía cada vez que se sentía nerviosa, tratando de disimularlo, pero colocándolo más en evidencia. Se sentó frente a la celda.
- Deseo que me diga todo lo que sepa acerca de la organización de los Mortifagos.- pidió hablando con la vista clavada en el suelo de su celda- luego puede preguntarme lo que quiera. Necesito que me diga todo lo que sabe.
Y se quedó en silencio.
- Todo lo que se acerca de los Mortifagos- repitió él y le vió cerrar los ojos con desesperación.- y luego...preguntarte todo lo que quiera. Creo que así no iba el juego, Granger.
- Este no es un juego.- dijo ella- prometió intercambiar información importante conmigo a cambio de...-
- A cambio de la tuya, e íbamos bien- alzó las cejas resaltando la frase- ¿Por qué la prisa si íbamos bien? ¿Te comienzo a fastidiar, verdad?
Tomó aire con dificultad y vió sus ojos congestionados y rojos, llenarse de lágrimas en un momento para luego ocultarlo con seguidos parpadeos.
- Mis amigos están muriendo- dijo sin ocasionar ninguna reacción de su parte- y son...son mi familia. Sus amigos los están matando y yo..yo quiero hacer algo para ayudarlos. Nada más.
- Hablando sinceramente, como deseo.- dijo él cruzando los brazos – pero me temo que no es suficiente.
Se levantó con violencia tirando los papeles que sostenía al suelo. Se estrellaron contra el plato de comida podrida colocada en un lado y tirándolo todo por el piso.
- ¡¿Qué no es suficiente? ¡¿No es suficiente?! ¡Esto no es un juego!- dijo mirándolo directamente a los ojos- ¡Ni una competencia! ¡Esto no es Hogwarts..lo dijo! ¡Ahora, dígame todo!
Dolohov se puso de pie con lentitud.
- Violencia- dijo mirándola de frente y sin cambiar el tono- el último recurso. Me decepciona. ¿Qué es lo que harás después? ¿Suplicarme y llorar?
Un hechizo salió directamente disparado cuando sacó la varita escondida y le disparó directamente hacia al frente, sin pensar en los demás hechizos, maldiciones ni nada más que en atacarlo, en callarlo, en terminar todo mientras caía hacia atrás y quedara tendido en el suelo.
Se levantó con otra mirada y Hermione borró todos los pensamientos que tenía cuando le vió mirar simplemente la puerta de la celda y abrirse como si nada hubiera estado cerrándola. Apenas teniendo el tiempo suficiente para guardar la varita torpemente y respirar. Los hechizos desapareciendo en el aire hasta que la puerta se abrió con violencia a su paso dejándolo salir.
Bajó la varita en una fracción de segundo que bastó para que escapara de sus manos y él la arrastrara con violencia hacia adentro de la celda y la empujase hacia la pared colocándose frente a ella
- ¿Quieres que continuemos así el juego, entonces?- preguntó- Ah, lo olvidaba. Esto no es un maldito juego.
La puerta azotó detrás de ellos y Hermione contuvo la respiración mientras miraba inútilmente dentro de la oscuridad de sus ojos tratando de descifrar sus pensamientos. Pero era imposible, tan imposible que incluso parecía doler.
Y le desesperó.
Alzó la mano de forma rápida, violenta, como si su intención estuviera en abofetearla. Apretó la mandíbula alzándola con orgullo, en un gesto que fue más un reflejo. Le clavó los ojos encima retándolo. No lo iba a permitir. Nunca más. Prefería todo antes que eso.
- ¡Máteme!- exigió- ¡Vamos! .- la voz salió sin control alguno sin quitarle la vista de encima. El cuerpo ardía, pedía a gritos una solución drástica que no sabía como complacer. No pensaba en nada cuando al fin lo dijo- ¿O es que no puede hacerlo?
Dolohov aguzó la vista mirándola bien, por primera vez.
Nunca se tomaba más de un par de segundos en mirar a una mujer. En ninguna ocasión lo había hecho, al menos por propia voluntad, y cuando había desobedecido esta regla, simplemente había sido para obedecer un interés superior. La segunda vez que vería a esa mujer, seguramente ya estaría muerta. Normalmente las mujeres habían servido para satisfacer su deseo cuando se le antojara, pero fuera de aquello no las consideraba de otra manera, útiles.
Pero en esa ocasión, sin saber con exactitud por qué, alzó la vista por más de lo que él se habría permitido alguna vez. Quizá por la voz dura, autoritaria y sin el menor temor retándolo a pesar de que sabía que un solo movimiento le causaría la muerte. A pesar de saber que la tenía a su merced. Quizá porque sus palabras eran duras y no suplicaban, lo que había despertado algo más dentro de él.
Se acercó sintiendo la ceremoniosa pasividad del momento que estaba a punto de destruir.
La empujó contra la pared.
La puerta de la celda se cerró inmediatamente y Hermione supo que estaban encerrados. No le quitó la vista de encima.
-¿No es eso lo que querías?- preguntó él mientras la miraba. Miró sus ojos recorriéndola mientras bajaba de su cuello dirigiéndose hacia abajo. La había acorralado contra la pared colocando los brazos hacia los costados apoyándose en el muro detrás de ella que trataba de contener la respiración que se hacía más dificultosa, más pesada a cada segundo.
Sintió la dureza de su varita rozando su pierna, todavía colocada en su bolsillo interior, aunque descubrió que no podía pensar totalmente con claridad mientras se acercaba.
- Aléjese- pidió y tragó saliva- o máteme de una vez.
El la miró en silencio por un momento antes de continuar avanzando. El silencio tendiéndose majestuoso entre ambos por unos segundos.
- ¿No recuerdas nada, verdad?- preguntó directamente hasta su rostro- nada de lo que pasó entre nosotros.
Ella se quedó en silencio mirando y casi perdiéndose entre sus ojos oscuros, negros y penetrantes. No mentía, no trataba de engañarla, en lo absoluto. No sintió la barrera mental tratando de ocultar nada más que lo necesario, y de alguna forma, supo, que no mentía.
- No- respondió sinceramente, como la pregunta que le había hecho, pero no quiso decir nada más. Él alzó la vista mirando directamente hacia sus ojos, también mirando dentro de la suya. Contuvo la respiración mientras lo hacía, a diferencia de ella, rompiendo con facilidad todas las barreras que había colocado, sin el menor esfuerzo.
Un pensamiento se le vino a la mente mientras se encontraba ahí. No había nadie más que ellos dentro de esa celda, solos y que a pesar de tener una varita en su posesión él era más fuerte, más agresivo que ella. Más poderoso, hasta llegar a acorralarla como había sido su deseo, contra una pared donde, a pesar de sus esfuerzos, no había podido ofrecer resistencia. La invadía, como nunca, nadie, se había atrevido a invadirla. A tomarla, a explorarla.
Y paró.
Tenía una débil sonrisa cuando terminó y segundos después Hermione pudo sentir el aire volviendo lentamente a sus pulmones. Bajó los brazos apartándose de ella y volviéndose de espaldas la puerta de la celda se abrió.
No supo que decir ni hacer sino segundos después cuando sacó la varita violentamente y retrocedió dirigiéndose hacia la puerta y apuntándola con ella mientras él, se había sentado nuevamente en la silla sin tomarle atención. Supo que lo que hacía era ridículo hasta que la puerta de la celda se hubo cerrado y el hechizo hubo de rodearlo todo.
Espero, pero no dijo nada hasta que comprendió que debería irse, quizá por la debilidad que sentía, o quizá, simplemente, porque ya no quería estar ahí.
Retrocedió y caminó hasta la puerta hasta que la risa se escuchó en el fondo. Deleitada. Tuvo un escalofrío cuando encontró una palabra exacta para definir aquella risa.
De Placer.
- Te quiero aquí pronto- dijo lentamente, de espaldas y disfrutando de las palabras - mía, solamente mía.
Y Hermione abandonó sintiendo sofocada la celda.
Wow!! Dios...Dolohov me tiene...
En realidad me recuerda a mi último novio, un amor (que ahora es un idiota) que me llamaba así, precisamente. XD! (Si supiera que esto me hizo recordar escenas agradables junto a él...ahh...).